Resumen
Nuestra Política de Defensa Nacional, en ámbitos formales es relativamente joven, por ello es que nace la necesidad de conocerla e interiorizarse en ella, puesto que los desafíos globales cada día son más numerosos y exigentes. Derivado de aquello, es que se elaboro un informe donde se explicaran todos y cada uno de los objetivos e instrumentos de la Defensa Nacional denominado Libro de la Defensa Nacional 1997. El que luego fue perfeccionado dando lugar al LDN. 2002.
Por lo anterior, es que el objetivo de este trabajo es dar a conocer de manera precisa cuales son los elementos constitutivos de la política nacional de Defensa Nacional, según el LDN. 2002 y el valor de la definición de estos, en el campo de las relaciones internacionales. Para lograrlo analizaremos fragmentos medulares del libro mencionado, asegurándonos poco a poco de puntualizar un buen entendimiento y comprensión.
La Política de Defensa Nacional consta de variados elementos de análisis, entre los que encontramos: la situación internacional, evolución del Estado, realidad geográfica, tradición en materia de defensa, compromiso con la paz, integración regional, normas internacionales, etc. Temas totalmente dinámicos que exigen atención y compromiso.
La política de Defensa Nacional y todos sus elementos son producto de un largo proceso histórico y estratégico que hasta ahora demuestra cambios. Algo que no cesara, puesto que esta no podrá estar indiferente ante la emergencia de nuevas concepciones entorno a temas de seguridad, defensa, misiones de paz y exigentes medidas de confianza mutua con los países vecinos.
Prólogo
Durante un largo tiempo nuestro país trabajó en temas de defensa y seguridad, en los escenarios nacionales e internacionales, solo con conceptos técnicos y bajo ninguna base sólida que entregara seguridad y claridad a la Nación en torno a los nuevos tópicos y conflictos emergentes. Es por ello que nuestra Política de Defensa Nacional, en ámbitos prácticos de su escritura y tipificación jurídica, es relativamente joven.
Por lo anterior, es que en el año 1994, en el mensaje a la Nación del Jefe de Estado del 21 de mayo, el presidente Eduardo Frei Ruiz Tagle expresó su compromiso de elaborar un informe “donde se explicaran los objetivos e instrumentos de la Defensa Nacional y que fuera accesible a todos los ciudadanos”[1] . Lo que dio como resultado, luego de un amplio proceso participativo de importantes especialistas en la materia, al Libro de la Defensa Nacional, promulgado como documento oficial de Estado el año 1997. El que luego se mejoro entorno a sus definiciones dando lugar al Libro de la Defensa Nacional 2002.
Es por esto, que es muy importante conocer cuales son las implicancias de la política de Defensa de nuestro país, que está contenida en el Libro de la Defensa Nacional y cuales son sus unidades componentes, para así mostrar dominio y lograr un análisis superior sobre la tarea que realiza el Ministerio, sus dependencias y las FFAA, aún estando en tiempos de paz. De acuerdo a ello es que el objetivo de este trabajo es abordar de manera clara y acotada la exposición de cuales son los elementos constitutivos de la política nacional de Defensa Nacional, según el Libro de la Defensa Nacional 2002 y la importancia de la definición de estos en el complejo y dinámico proceso de las relaciones internacionales. Para Lograrlo tomaremos fragmentos centrales del LDN. 2002 y además los analizaremos para concretar una mejor exposición y entendimiento.
Elementos de la Política de Defensa
El autor Francisco Rojas Aravena, en su libro nos plantea que los actuales procesos de conformación y estructuración de la política de defensa de los países, no están ajenos a los sucesos acaecidos a nivel mundial, y que esto se puede explicar por medio de la confluencia de tres procesos que se han originado en el postrimero tiempo, los cuales son:
- El cambio estratégico que se desencadena tras el termino de la Guerra fría;
- El proceso de integración regional que se despliega en la presente década;
- La transición política que se inicia con el plebiscito de 1988 y el posterior retorno democrático.
Hechos que claramente en la última década, han obligado a todos los países, a establecer formalmente una política de defensa, tras un proceso perpetuo, que exige a todos los estados a mutar además, en cuanto a la definición de sus estrategias y actualización de su política de defensa.
Ante lo anterior, nuestro Estado obviamente no esta indiferente, puesto que su lugar como cualquier otro Estado inserto en la comunidad internacional, demanda condiciones y exige además claridad y sometimiento en torno a los acuerdos internacionales sobre seguridad y defensa.
Asimismo es que nuestro país llega a la concepción de una política de defensa determinada formalmente en el Libro de la Defensa Nacional 1997, el que luego como mencionamos anteriormente fue perfeccionado, convirtiéndose en el nuevo Libro de la Defensa 2002, como parte de los esfuerzos y el compromiso del país en demostrar una posición transparente, defensiva, no expansionista e impulsora de la paz mundial.
Política de Estado
Es entonces que se define a la Política de Defensa Nacional “como el conjunto de principios y criterios con que el Estado orienta su función de Defensa”[2], la que en tanto además exige estar por sobre la coyuntura política y trascender los proyectos y la acción de los sucesivos gobiernos del país. Como política estatal esta se consolida como una política pública y, por tanto, debe estar sujeta a las condiciones generales de formulación, implementación y verificación de las demás políticas públicas, incluida eficazmente, la del sometimiento a la observación y opinión de los ciudadanos, como todo estado moderno.
Elementos estructurantes del análisis
Por lo anterior, igualmente es importante y necesario conocer, que nuestra Política de Defensa se demuestra concordante con el posicionamiento del país en el sistema internacional, con los riesgos y amenazas por enfrentar, con la realidad geográfica nacional y, también, con la tradición en materia de Defensa. En su formulación se consideró la participación de todos los entes orgánicos del Estado que tienen responsabilidades directas en la Defensa, destacándose el papel protagónico del Ministerio de Defensa Nacional y de las Fuerzas Armadas, como asimismo del Ministerio de Relaciones Exteriores y de las Comisiones de Defensa de ambas Cámaras del Poder Legislativo. En la medida de expresión de un concepto nacional de la Defensa, también resulto conveniente atender la opinión de otras instituciones, estatales o privadas, que poseen un conocimiento calificado para la materia.
La Política de Defensa incluye los criterios y orientaciones básicas para las previsiones que se deben adoptar con el objeto de apoyar la proyección de Chile en el exterior, neutralizar eventuales amenazas, superar emergencias internas cuando lo dispongan los estados de excepción constitucionales, como también ayudar a atenuar los efectos de catástrofes naturales. Tales orientaciones están dirigidas al conjunto de los organismos estatales que concurren en la Defensa, y no solo a las Fuerzas Armadas en particular. Para ellas existe, como derivación de la Política de Defensa, una Política Militar que sienta las bases para el accionar de las instituciones armadas en tiempo de paz, tema que por lo demás es muy importante para nuestra seguridad.
Los objetivos nacionales de Chile excluyen reivindicaciones territoriales en el entorno vecinal y se subraya la clara vocación pacífica de nuestro país, cuyo propósito es cautelar los intereses nacionales mediante una actitud defensiva[3]. Optando en el plano político-estratégico sin contradecirse, por una modalidad disuasiva. Se establece del mismo modo el mantenimiento del Estado-nación como la unidad central, aunque no única, del orden internacional. Lo que demanda preservar la identidad nacional, la situación geográfica relativa que ocupa éste, junto con sus intereses nacionales.
Se declara la voluntad de Chile de participar en operaciones de mantenimiento de la paz propiciadas por las Naciones Unidas, considerando su compromiso con la mantención y promoción de la paz mundial, valorando además los procesos de integración impulsados desde los inicios de la década de los 90, haciendo hincapié en la promoción de la confianza en las relaciones entre los Estados como fundamento político de tales procesos.
Sobre la relación entre Defensa y seguridad se afirma que no es éticamente lícito obtener la seguridad de una nación pasando por sobre los valores permanentes de la justicia y dignidad humanas.
El Estado de Chile tiene una Política de Defensa orientada a amparar a la población del país, proteger sus intereses nacionales y salvaguardar su independencia política, su soberanía nacional y su integridad territorial.
La Política de Defensa ha establecido tres modalidades genéricas de empleo de los medios de la Defensa. Estos modos son los que a continuación se detallan:
a) Disuasión: En términos generales es una modalidad político-estratégica que busca desanimar en un potencial adversario, cualquier intención de interferir contra los intereses nacionales, demostrando que el costo de hacerlo será más alto que los beneficios por obtener. La disuasión es aquella que insinúa la potencial capacidad de vencer y la voluntad de utilizarla.
b) Cooperación: Es la voluntad del país de incrementar sus niveles actuales de cooperación internacional, en los distintos niveles o ámbitos (vecinal, regional, continental y mundial). Con el objeto de lograr mayor confianza e integración con los demás actores internacionales.
c) Combate: Reconociendo como situaciones de uso legítimo de la fuerza militar, en caso de conflicto internacional, el marco establecido por la Carta de Naciones Unidas.
En todos los casos, Chile regulará el uso de la fuerza conforme a las convenciones y acuerdos internacionales que norman el Derecho Internacional Humanitario[4] y las normas generales del derecho nacional.
Por ultimo cabe mencionar que dentro de los elementos de análisis de la Política de Defensa, están los objetivos nacionales de particular interés y conveniencia en estrechar la vinculación y coordinación entre la Política de Defensa y la Política Exterior, complementándose y potenciándose mutuamente, actuando la primera de respaldo a la última.
Conclusiones
La política de Defensa Nacional y todos sus elementos son producto de un extenso proceso histórico y estratégico que poco a poco dio origen a su conformación, es por lo mismo que inevitablemente y poco a poco, ésta tendrá que mutar, o mejor dicho, se tendrá la tarea compleja de estar atentos, producto de nuestra inserción como país en el intenso proceso de las relaciones internacionales, ante los acuerdos y las coyunturas que puedan ensillar la emergencia de cambios y nuevas concepciones entorno a temas de seguridad, defensa, misiones de paz y medidas de confianza mutua con países, en los ámbitos, vecinales, regionales, continentales e incluso mundiales. Cuestiones que ya en la actualidad han provocado interesantes y excelentes debates.
Por lo anterior, es importante no olvidar que en sus términos generales la política de Defensa debe ser permanente, y debe conservarse en el largo plazo, transformándose sólo en las debidas actualizaciones que imponen los cambios sustanciales que se produzcan con los antecedentes y circunstancias con las cuales se formuló, y no ante la iniciativa de cualquier movimiento o doctrina emergentes.
Finalmente es importante destacar la necesidad de coordinar un trabajo más arduo en uno de los cometidos centrales de la política de Defensa nacional, en cuanto es necesario que ésta verdaderamente se considere entre los ciudadanos como una política socializada, que se integre en todos los niveles, comprometiendo a toda la ciudadanía en su ejecución y comprensión para así consolidar un alto grado de legitimidad valoración.
Por: Adrian Escobar
[1] Libro de la Defensa Nacional, Prólogo, p.17. Imprenta de la Armada. Santafé.
[2] Libro de la Defensa Nacional. 2002 p.77. Imprenta de la Armada. Santafé.
[3] El Estado de Chile tiene la voluntad de proteger a su población, defender sus intereses nacionales, salvaguardar su independencia política, su soberanía nacional, sus instituciones y su integridad territorial. LDN. 2002.
[4] El Derecho Internacional Humanitario se remonta a 1864 cuando nace del primer Convenio de Ginebra, firmado en ese mismo año. El derecho internacional humanitario es el cuerpo de normas internacionales, de origen consuetudinario, específicamente destinado a ser aplicado en los conflictos armados, internacional o no internacionales, y que limita, por razones humanitarias, el derecho de las partes en conflicto a elegir libremente los métodos y los medios utilizados en la guerra, protegiendo a las personas y a los bienes afectados por el conflicto.
Bibliografía
- Rojas Aravena, Francisco. (1999). Argentina, Brasil y Chile: integración y Seguridad. En La Política de Defensa de Chile. (pp. 181-196). Chile: FLACSO. Edit. Nueva Sociedad.
- Libro de la Defensa Nacional, Imprenta de la Armada. Santafé.
- Cruz Jonson VA Rigoberto y Varas Fernández Augusto. (1993). Percepciones de amenaza y políticas de defensa en América Latina. Defensa Nacional y Política de Defensa en Chile(pp.359-364). Chile. Centro de Estudios Estratégicos de la Armada. FLACSO.
- Fuentes, Claudio. (1996). Política de Defensa en Chile: Desafíos para su construcción. [en línea]. Revista SER en el 2000. Recuperado el Miércoles 10 de septiembre de 2008, dehttp://www.ser2000.org.ar/articulos-revista-ser/revista-8/fuentes.htm
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